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Eureka: del hallazgo al conocimiento

2 min de lectura · 20.08.2024

En el ámbito de la investigación de la experiencia de usuario, el viaje desde un hallazgo hasta un conocimiento puede ser transformador. Si bien ambos conceptos son fundamentales para el proceso de diseño y mejora de productos, es crucial entender sus diferencias para aprovechar al máximo su potencial.

Muchas veces, la falta de tiempo, la mala elección de técnicas de investigación, o la presión por cumplir con las expectativas, hace que tratemos los hallazgos o insights como algo similar o como sinónimos, pero aunque están relacionados, no son exactamente lo mismo.

Por un lado, los “hallazgos” son datos observables y medibles que surgen durante la investigación. Estos pueden ser cuantitativos o cualitativos y se basan en evidencia directa recolectada a través de métodos como entrevistas, encuestas, pruebas de usabilidad y análisis de datos. Nos sirven para establecer patrones de comportamiento y de actitud, nos indican qué hacen los usuarios,  por lo tanto son esenciales, pero por sí solos no ofrecen un entendimiento profundo del problema o la oportunidad.

Por otro lado, el “conocimiento” o insight implica la comprensión y la interpretación profunda de los hallazgos para extraer información más amplia y significativa. El conocimiento va más allá de los datos concretos y busca comprender los patrones, tendencias y conexiones subyacentes en los hallazgos.

En palabras de Torresburriel: “Un insight nos explica el por qué los usuarios se comportan de una u otra forma. Nos permite descubrir una nueva visión, percepción y comprensión del problema.”

Comprender estas diferencias es crucial para realizar un análisis efectivo de los datos recopilados durante el proceso de investigación.

 

¿Cómo identificar un insight?

Debemos saber que esto es más complicado que identificar que los hallazgos (findings), ya que se trata de un conocimiento mucho más profundo que no se puede ver a simple vista. La forma de obtenerlos es llevando a cabo un análisis detallado de la información recogida, intentando profundizar y no quedarse solo en lo evidente.

“Mientras que los hallazgos pueden decirnos qué está mal o qué funciona, los conocimientos nos dicen por qué es así y cómo podemos mejorarlo.” (Nielsen Norman Group, 2021)

Extraer insights a partir de findings requiere tiempo, experiencia, habilidad para detectar el verdadero motivo tras cada comportamiento y saber leer dónde está la oportunidad.  Una cosa es lo que dicen los usuarios y otra distinta es lo que piensan o hacen.

 

 

 

Según Torresburriel, existen 3 criterios básicos que nos indican que estamos ante un insight:

  • El insight NO es obvio: los insights no son superficiales, y llegar a ellos requiere esfuerzo y un trabajo profundo de análisis. Por tanto, si extraer un insight resulta extremadamente sencillo, probablemente no estemos ante un insight, sino ante un finding. 
  • El insight es relevante: un insight debe servirnos para entender el diseño y proponer nuevas ideas, mejoras y soluciones. La naturaleza del insight es que es útil, para después poder decidir si es prioritario o no. Por tanto, si el insight no nos sirve para nada, probablemente no estamos ante un insight.  
  • El insight es accionable: Los insights deben ser el motor que inspiren y accionen nuevas ideas y propuestas. Si el insight no es ejecutable, entonces probablemente no estamos ante un insight. 

 

Priorizar conocimiento = Oportunidades para el negocio

La priorización de los conocimientos obtenidos es un tema muy importante y relevante a la hora de tomar decisiones, porque podemos obtener una serie de insights valiosos pero no poder implementarlos todos, por falta de recursos, tiempo, dinero.

En este caso, es fundamental que seamos capaces de decidir qué insight debe ser accionado primero, si hay algún insight que puede ser abordado con posterioridad o directamente si es necesario que sea descartado o no accionados.

Debemos ser capaces de utilizar estratégicamente los conocimientos como herramientas para conectar la investigación con recomendaciones y oportunidades que impacten positivamente en el negocio.

En conclusión, mientras que los hallazgos proporcionan la base de datos necesaria de toda investigación, los conocimientos son los que realmente impulsan las mejoras significativas en la experiencia del usuario. Al convertir los datos en conocimientos prácticos, podemos diseñar productos más intuitivos, eficientes y satisfactorios para los usuarios.

 

Referencias

* Torres Burriel, D. (2021). *La importancia de interpretar datos en UX*. (https://www.torresburriel.com).

* Nielsen Norman Group. (2021). *From Findings to Insights: Transforming UX Research Data*. (https://www.nngroup.com).

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